El Pollo Carvajal también confiesa que Venezuela envió 21 millones en maletas para financiar a los Kirchner
El ex jefe de la Inteligencia venezolana, Hugo El Pollo Carvajal, ha desvelado uno de los secretos mejor guardados del kirchnerismo: la famosa maleta que confiscaron en un control aeroportuario a Guido Antonini Wilson con 800.000 dólares (546.000 euros), destinados a la financiación de la campaña electoral de Cristina Kirchner, era sólo la punta del iceberg. En un escrito al que ha tenido acceso en exclusiva OKDIARIO, Carvajal confiesa al juez Manuel García-Castellón que antes que ese viaje hubo otros «20 vuelos con entregas previas de 1 millón de dólares cada una y entregadas sin problemas, ya que pagaban a funcionarios del aeropuerto argentino que los dejaban pasar sin ningún inconveniente».
La confesión de Carvajal podría poner fin al mayor interrogante que rodeaba el valijagate argentino y es la cantidad total de dinero negro con la que se pagó la campaña electoral con la que Cristina Kirchner llegó al poder en 2007. Al menos, según el ex jefe de la Inteligencia chavista, se entregaron 21 millones de dólares.
Hay que recordar que fue el mismo Wilson -un empresario venezolano radicado en Miami- quien aseguró al FBI que los 800.000 dólares que llevaba a bordo de un avión procedente de Caracas pagado por una empresa pública argentina procedían de la estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA). La operación se fue al traste por culpa de una ex controladora de la Policía de Seguridad Aeroportuaria llamada María Luján Telpuk, ajena al cambalache bolivariano, y que fue la persona que interceptó la maleta con dinero negro de Wilson a su paso por la Aduana argentina. Tras el escándalo se hizo tan famosa que acabó posando para Playboy.
El kirchnerismo siempre negó cualquier relación con el valijero Guido Antonini Wilson. «Es un mequetrefe de alquiler. Le han pagado para decir cualquier cosa y entonces se puede esperar cualquier cosa», llegó a decir el entonces ministro de Justicia, Aníbal Fernández. El ex ministro kirchnerista tuvo que tragarse sus palabras cuando se conoció un vídeo donde se veía a Wilson en la Casa Rosada –el palacio presidencial argentino– dos días después de que la Aduana y la Policía de Seguridad Aeronáutica le incautara la valija el 4 de agosto del 2007 en el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires.
Wilson no viajaba sólo en ese exclusivo vuelo. En aquel jet privado de Royal Class pagado por la empresa estatal de energía Enarsa también viajaban Claudio Uberti, ex titular del órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI); Victoria Carolina Bereziuk , una persona de íntima confianza del entonces presidente Néstor Kirchner y Exequiel Omar Espinosa, presidente de Enarsa. Lo que vino a confirmar que el valijagate era que funcionarios venezolanos y argentinos participaban del tráfico de dinero negro engrasando la cleptocracia kirchnerista. La llegada de este vuelo coincidió con una visita de Hugo Chávez a Argentina para apadrinar a Cristina Kirchner.
En los vuelos a los que se refiere El Pollo Carvajal podrían haber venido muchas más maletas con dinero. Antonini declaró ante la Justicia estadounidense que se enteró posteriormente de la existencia de una segunda maleta cargada con 4,2 millones de dólares por una conversación en un hotel con Diego Uzcátegui Matheus, entonces gerente de PDVSA América. Esto elevaba la cifra de dinero negro transportado en ese vuelo a cinco millones dólares.
La Justicia de Estados Unidos concluyó que el dinero de las valijas provenía del saqueo de PDVSA a manos del Gobierno de Chávez, y que tenían como destino la campaña electoral de Cristina Fernández para octubre de 2007. Antonini quedó en libertad en Miami a cambio de colaborar con la Justicia y desentrañar toda la trama chavista que regó con manguerazos de dinero al kirchnerismo.
Las maletas de Delcy
El caso que ha desvelado ahora El Pollo Carvajal coincide en el modus operandi con lo sucedido en la madrugada del 19 y 20 de enero de 2020, cuando la número 2 del régimen venezolano aterrizó en la terminal de vuelos privados del aeropuerto de Barajas. Allí mantuvo una reunión, dentro del jet privado en el que viajó, con el por entonces ministro José Luis Ábalos. Pero lo llamativo del caso es que un testigo –de esto dejó testimonio ante notario– aseguró que Delcy Rodríguez no viajaba sola.
“El personal de Sky Wallet traslada dos carros con maletas al exterior de la zona pública para ponerlos en los vehículos sin pasar ningún control de aduanas”, aseguró el testigo. Ni Delcy Rodríguez, que pasó la noche en la terminal ejecutiva, ni el equipaje que la acompañaba pasaron los filtros de seguridad obligatorios para cualquier persona en el aeropuerto de Barajas.