Sexagenario murió 10 días después de recibir descarga eléctrica
Dominaba la técnica, pero una falla de cálculo le costó la vida. Julio Rojas no resistió las quemaduras de tercer grado por una descarga eléctrica, luego de permanecer 10 días recluido en el Hospital Central Antonio María Pineda.
Ese viernes 27 de agosto de 2021, el señor de 60 años, como acostumbraba, fue a bajar aguacates del solar de su casa en La Apostoleña. Todo lo tenía bien calculado y nunca tuvo percance, pero ese mediodía su vara estuvo muy pesada por los frutos y terminó cayendo sobre una guaya de alta tensión. El gancho metálico hizo contacto y de allí reventó la descarga en su humanidad. Sus brazos fueron los más afectados por las quemaduras, además que las mismas se esparcieron por tórax y hasta en la cabeza. Todo pasó tan rápido, que al poco tiempo la víctima había perdido el control y terminó desvanecido.
Según su esposa Milexis Terán, se mantuvo consciente en todo momento. De hecho, cuando los trasladan de inmediato hasta llegó caminando lentamente por la emergencia del Hospital Central y el personal de salud lo bañó con sumo cuidado. Su evolución era satisfactoria, recordaron sus familiares, pero su condición empezó a decaer luego de su primera cura a principio de septiembre. Desde allí, estuvo más agotado y empezó a caer su estado de ánimo.
Los familiares siempre tuvieron fe en su recuperación y estaban allí al tanto de todos los medicamentos necesarios. Pero todo cambió drásticamente este domingo, hasta el punto que ayer a las 5:00 a.m. sufrió un paro respiratorio.
Rojas era un hombre querido en la comunidad y siempre se mantenía activo, dedicándose al comercio informal. Fue un padre ejemplar para sus 5 hijos, además de ser abuelo de 5 nietos. Era muy apegado a la familia y de sana convivencia entre los vecinos. Ayer estaban varios parientes acompañando a Terán.